Aeroagrícolas

La aviación agrícola brinda servicios para control de malezas, plagas y enfermedades de los cultivos, fertiliza, siembra y colabora en control de incendios, control de insectos vectores y tareas de búsqueda y salvataje.

Para alimentarnos y mantener los niveles de consumo de los 7000 millones de personas que vivimos en el planeta es absolutamente imprescindible la utilización de control químico de las adversidades bióticas (malezas, insectos y enfermedades) ya que en promedio algunos estudios demuestran pérdidas promedio aproximadas de entre 40 y 60 % de la producción cuando no las usamos.

Los procedimientos de aplicación de fitosanitarios constituyen uno de los puntos neurálgicos, de mayor complejidad y más sensibles para la estabilidad de los procesos de producción. Ellos atraviesan toda la agronomía: ecología de plagas y cultivos, climatología, genética y manejo de cultivos, modo de acción, química y física de los productos, marco normativo y legal, sistemas de GPS y logística.

En el caso de la aplicación aérea se agrega el particular arte de volar a baja altura.

Para tranquilidad de la población queremos sintéticamente contarles en esta nota que las aplicaciones de fitosanitarios están totalmente controladas y reguladas en todos los puntos de sus procesos.

Para empezar cualquier molécula de fitosanitario lleva años de investigación y desarrollo antes de ser liberado al mercado comercial para lo cual debe superar un estricto control de control estatal por parte de SENASA para poder conseguir el registro para su uso.

Una vez superada esa instancia el producto sale al mercado con una completísima hoja de seguridad que incluye la identificación de la molécula, los posibles peligros, las medidas de atención de contingencia y primeros auxilios, manipulación, almacenamiento y tratamiento de envases, protección personal, información toxicológica y ecológica, especificación de los cultivos sobre los que se puede usar, de qué modo, en que dosis y en qué condiciones ambientales usarlos.

Pero además, como mencionábamos más arriba, todo el proceso de aplicaciones se encuentra regulado por las autoridades nacionales, provinciales y municipales.

El marco normativo se encuentra en plena ebullición, Nación, Provincias y Municipios están modificando, y/o redefiniendo las condiciones y requisitos para operar e imponiendo restricciones territoriales para las mismas, especialmente sobredimensionando las distancias restrictivas en zonas periurbanas.

Específicamente en la Provincia de Buenos Aires la Ley 10699/98 establece el marco regulatorio para las aplicaciones requiriendo por ejemplo habilitación de empresas, capacitación y licencia para operadores y pilotos y existencia de intervención de profesional agrónomo y receta fitosanitaria.

A su vez la mayoría de los Municipios han establecido disposiciones locales que también dan marco a las aplicaciones incluso a veces excesivamente restrictivas.

Adicionalmente cada vez más proactivamente las empresas del agro impulsan la utilización del concepto de Buenas Prácticas (BP) que son el conjunto de operaciones y procedimientos que reflejan el estado consensuado de los estados, la academia y las empresas acerca de estándares que aseguren la sustentabilidad económica, social y ambiental de los procesos productivos y que han arrojado resultados positivos, demostrando su eficacia y utilidad en un contexto concreto.

Paradójicamente en nuestra vida cotidiana convivimos con productos químicos a los cuales no les prestamos la misma atención como el uso indiscriminado de medicamentos o artículos de limpieza, tocador o los llamados domisanitarios que usamos en nuestros hogares para combatir moscas, cucarachas, piojos, mosquitos, etc.

También es oportuno señalar el aporte a la sanidad de la población que brindan los aplicadores. Sin ir más lejos recientemente miembros de esta cámara participan activamente y en forma ad-honorem de las acciones para controlar el molesto barigüí en la zona de Bragado.

Como miembros de la red de producción del agro de Argentina pero también como miembros de las redes de cada comunidad local de toda la Provincia de Buenos Aires estamos ocupados en poder generar un dialogo honesto con todos quienes se preocupen genuinamente por estos temas o cualquier otro que consideren por lo cual desde la Cámara de Aeroaplicadores de la Provincia de Buenos Aires nos ponemos a disposición de quien nos requiera. (nuestro mail es secretaríacapba@gmail.com)

Por otra parte es creciente la participación de la aviación agrícola en los procesos de siembra de verdeos y cultivos de cobertura, dos cultivos claves para la sustentabilidad de los sistemas de producción.